DÍA INTERNACIONAL DEL MIGRANTE



Al oír determinadas voces cualquiera diría que la migración es un fenómeno reciente y nada hay más lejos de la realidad. Los seres humanos han migrado desde los orígenes mismos de la humanidad, y lo han hecho precisamente partiendo de un territorio relativamente reducido de África, para desde allí poblar todos los rincones de nuestro planeta,  lo que supone que la mayor parte de las personas somos migrantes o descendientes de migrantes, sería bueno no olvidar esto. Como también habría que recordar que a lo largo de la historia la migración ha sido una muestra de la  valentía y de la determinación del ser humano para superar la adversidad y buscar una vida mejor.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en 1999 el 18 de diciembre como Día Internacional del Migrante, Día que se celebró por primera vez en el año 2000. Su objetivo es doble: reconocer la contribución que millones de migrantes hacen a la economía y al desarrollo de los países receptores, así como llamar la atención sobre la necesidad de afrontar los desafíos que la migración presenta para el futuro.
Las conmemoraciones son un buen momento para la reflexión y. en este caso proponemos algo muy simple: Imaginemos un día sin migrantes en nuestra ciudad y en nuestro entorno más inmediato, un día sin las trabajadoras del hogar de tantas familias, sin cuidadoras de nuestros dependientes, sin servicio de limpieza en nuestros centros escolares, oficinas, centros comerciales, con la cocina cerrada en nuestros bares y sin camareros que nos atiendan, sin trabajadores agrícolas que recojan la aceituna, la naranja, la fresa...
Migrar siempre ha supuesto un esfuerzo muy importante de adaptación, de entender nuevas realidades, de cicatrizar heridas abiertas por las rupturas con las raíces, de tratar de conocer y entender un entorno distinto y a unas personas diferentes, de iniciar diálogos con gente nueva capaz de convertirse en nuevas personas amigas.... Hagamos nosotros también un ejercicio de empatía, pongámonos en su lugar.
Que las dudas y el miedo de algunos no condicione nunca nuestra forma de pensar y de actuar, no nos convierta en intolerantes y no nos hagan olvidar que todos procedemos de un punto remoto de África.



“Somos mucho más fuertes cuando nos tendemos la mano y no cuando nos atacamos, cuando celebramos nuestra diversidad [...] y juntos derribamos los poderosos muros de la injusticia.”
Julia Aguilar
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