MUJER, MIGRANTE, AFRICANA
"Nadie deja su hogar a no ser
que su hogar sea la boca de
un tiburón."
.....
"Tienes que entender
que nadie pone a sus hijos
en un bote
salvo que el agua sea más
segura que la tierra."
Fragmentos del poema Hogar, de Warsan Shire, keniata de origen somalí.
Si analizamos los últimos 25
años, África es el único continente que ha visto aumentar el índice de empobrecimiento y
bajar el nivel de vida de la población. Su gran riqueza natural y humana no evita
que una buena parte de esta población viva sumida en los umbrales de la
pobreza. Y más de la mitad de las personas
que se encuentran en esta situación son mujeres.
Como consecuencia de ello, en los últimos años el fenómeno migratorio no cesa y las cifras referidas a la migración femenina van en aumento también.
Como consecuencia de ello, en los últimos años el fenómeno migratorio no cesa y las cifras referidas a la migración femenina van en aumento también.
Estamos ante una creciente “feminización” de la migración. Hasta hace no mucho tiempo, los hombres salían del país y las
mujeres se quedaban en él. Hoy, muchas mujeres, convertidas en puntales de la
familia, se lanzan hacia nuevos horizontes, a través de un camino largo, duro y
en el que su condición de mujer se transforma en un riesgo añadido más.
Un análisis de las
motivaciones de la migración femenina africana, revela que parte de estas
mujeres abandonan sus hogares y sus países movidas precisamente por problemáticas
relacionadas con el género: violencia
sexual, matrimonios forzados, maternidad en edad muy temprana, ablación genital, poligamia, etc.
Durante el viaje, el ser
mujer la convierte en la principal víctima de la trata de personas y potencia su vulnerabilidad ante mafias y fuerzas de seguridad corruptas de los países que
encuentra en su recorrido.
Pese a ello llama la
atención la casi total invisibilidad del
proceso migratorio femenino como hecho propio.
La Mujer Africana Migrante (ya sea
del Magreb o subsahariana) no ha contado en general con identidad propia, estando habitualmente vinculada a una figura masculina: marido, hermano, padre o hijos. Ha permanecido durante mucho tiempo en la
sombra y su suerte siempre iba unida a la de un hombre. Este es un hecho que actualmente está cambiando.
Cualquiera que sea la causa que
haya impulsado a una Mujer Africana a dejar su entorno es inevitable tener en
cuenta que cada una de estas mujeres deja tras de sí una cadena de historias
personales. Entra en un espacio nuevo y extraño en el que se encuentra infinidad de problemas. Pero esa
invisibilidad, en los estudios y los medios de comunicación, de la Mujer
Africana Migrante nos ha impedido analizar su realidad, observar sus potencial, ponerla en valor y aprender de ella:
Son Mujeres supervivientes que han escapado de la pobreza, de la violencia, de la discriminación y de la inseguridad.
Son Mujeres que en un
recorrido largo y difícil han resistido y han desarrollado conocimientos y
capacidades que les han permitido superar todos los obstáculos encontrados.
Son Mujeres que no se han rendido ante la adversidad y la adversidad las ha hecho fuertes.
Son Mujeres que no se han rendido ante la adversidad y la adversidad las ha hecho fuertes.
Son Mujeres que han sabido
adaptarse a personas, idiomas, culturas y hábitos de vida desconocidos en sus países
de origen, sin perder su propia identidad.
Son Mujeres que han convertido sus limitaciones en la palanca
que les ha impulsado a familiarizarse con
diferentes universos sociales que les han hecho ampliar sus horizontes.
Son Mujeres, rostros
sonrientes, que hablan de resiliencia y de capacidad de superación.
El acercarnos a las Mujeres
Africanas Migrantes nos ha de llevar a afrontar nuevos retos. La verdadera
incorporación de las mujeres migrantes en la sociedad de acogida está aún por
llegar a expensas de las limitaciones jurídicas y la presión del racismo en
los países receptores. En el nuestro sin ir más lejos.
Las mujeres migrantes y racializadas sufren la precariedad laboral, están expuestas a múltiples violencias y, salvo excepciones, parecen invisibles antes nuestros ojos.
Por ello haríamos bien en recordar que el movimiento feminista si no es antirracista, sensible, acogedor y reivindicativo hacia las Mujeres Migrantes podrá arrastrar masas pero no será un movimiento con vocación de universalidad.
Las mujeres migrantes y racializadas sufren la precariedad laboral, están expuestas a múltiples violencias y, salvo excepciones, parecen invisibles antes nuestros ojos.
Por ello haríamos bien en recordar que el movimiento feminista si no es antirracista, sensible, acogedor y reivindicativo hacia las Mujeres Migrantes podrá arrastrar masas pero no será un movimiento con vocación de universalidad.
Julia Aguilar
FUENTES_
Imágenes: https://www.alianzaporlasolidaridad.org/03_ciudadania-global-y-migraciones/ciudadania-global/conoce-las-mujeres-migrantes-en-su-ruta-africana-asedidadas-y-sin-derechos
http://www.comunicacionygenero.com/wp-content/uploads/2018/10/PotoPoto-recuperar-olvidados-comunidad-afrodescendiente_EDIIMA20161227_0150_20-1.jpg
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