MIGRACIÓN: POR MUROS Y CONCERTINAS DE LA MANO DEL PAPA FRANCISCO


“Sostengo que estamos ya en una Tercera Guerra Mundial a pedacitos, por el hambre, por la explotación, entonces, una persona huye, se hace migrante por huir de la guerra, huir del hambre, huir de la muerte en alguna de esas dos formas”.

Ésa fue la respuesta dada por el Papa Francisco, el pasado domingo 31 de marzo, al periodista Jordi Évole al ser preguntado por la causas de las olas migratorias en la entrevista para una cadena televisiva.
En esta entrada queremos reproducir algunas de las respuestas dadas en esa entrevista, en concreto las relacionadas con la migración. La crisis migratoria, que hasta ahora ha generado la pérdida de más de 35 mil vidas en el Mar Mediterráneo, fue uno de los primeros temas abordados en ella. Ante esta situación, el Papa Francisco señaló:

No entiendo la insensibilidad, no entiendo la injusticia – injusticia de guerra, injusticia de hambre, injusticia de explotación – que hace que una persona emigre buscando mejorar y la injusticia de quien le cierra la puerta”.

Refiriéndose a la acogida de los migrantes y el esfuerzo que hacen los países para recibirlos, el Santo Padre precisó:

 La actitud fundamental es el corazón abierto […] Es el corazón abierto para recibir al que está necesitado, ese migrante que tiene otro tipo de necesidad, ¿no es cierto? El humano tiene que tener el corazón abierto respecto al otro. El primer paso es recibir, el segundo es acompañar, el tercero es promoverlo al migrante y, para integrarlo, el cuarto paso. O sea, recibir, acompañar, promover e integrar, si no se dan estos cuatro pasos, el recibir es incompleto:  lo recibís y lo dejás en la calle y sigue siendo migrante explotado”.
“El solo recibir y dejarlos en la calle es horrible, es una falta de respeto grande a la persona”.

Ante la actitud de algunos Gobiernos de levantar muros para frenar las olas migratorias y defender su autonomía, el Papa Francisco dijo:

El que levanta un muro termina prisionero del muro que levantó, y eso es ley universal, y eso se da en el orden social y en el orden personal”.

En cambio, señaló el Pontífice, las alternativas son los puentes, levantar puentes. Y citando una novela de Ivo Andric[i], el Papa precisó:

 Los puentes son un invento de Dios, son las alas de los ángeles que Dios inventó para que esas alas sirvieran para conectar las cumbres de los montes, para pasar las orillas de los ríos, para que los hombres puedan comunicarse. Un hombre impide toda comunicación y se queda solo. O sea, la ley general es que quien levanta un muro termina prisionero del mismo muro que levantó”.

También recientemente, en el vuelo que le llevaba a Roma de regreso de Marruecos el Papa confesó haber llorado después de ver las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla:

 "Lloré porque no entra en mi cabeza, en mi corazón, tanta crueldad"

Tenemos aquí sus palabras desprovistas de comentarios. La reflexión sobre su contenido y el compromiso que le siga va a depender de la conciencia y el sentido de la justicia de cada cual, pero no podemos ni debemos ser indiferentes a ellas.
Julia Aguilar
FUENTES:



[i] Posiblemente se refiera a Un puente sobre el Drina En esta novela Ivo Andric narra como la ciudad de Visegrad (Bosnia), situada a orillas del río Drina, tuvo un momento de esplendor en la Edad Media por constituir un puente de tránsito entre el mundo cristiano y el islámico. Esta novela recoge la historia de esa comunidad plural y conflictiva tomando como pretexto narrativo el gran puente de piedra que cruza el río, lugar de encuentro y paseo para sus habitantes.

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