ACOGER NO ES LO MISMO QUE RECOGER

Amigos de África. Imagen del Campamento de Roquetas de 2019

Acoger,  para el Diccionario de la Real Academia, es servir de refugio o albergue a alguien. Admitir, aceptar, aprobar. Recibir con un sentimiento o manifestación especial la aparición de personas o de hechos.  Proteger, amparar”.

Recoger es “disponer con orden lo que está desordenado”. Se recoge lo que estorba. Se aparta y trata de invisibilizarse.

Un Diccionario tan cualificado y erudito como éste no es dado a connotaciones sentimentales. Prevalece el significado objetivo de los términos y, aun así, las distintas acepciones del término “acoger” podrían ser proclamas de grupos que no rechazan el fenómeno migratorio y defienden los derechos humanos.

Si nos proponemos un análisis de la realidad de la migración a Europa, hemos de comenzar por resaltar las dificultades del acto en sí, como consecuencia de la creencia, que muchos se han dedicado a extender y pocos a rebatir, de que la migración es un problema de seguridad, una amenaza que necesita ser tratada con un aumento de las medidas disuasorias: Es el discurso del miedo que con tanta frecuencia desemboca en el discurso del odio, y que, mientras,  enriquece a unas empresas especializadas en seguridad [i]. El rechazo es más lucrativo que la acogida, de esto no hay duda.

Fruto de ello es que más de treinta años después de la caída del muro de Berlín, otros muchos muros se hayan levantado en Europa, no como necesidad de amparar una ideología, sino como una reacción defensiva de los países europeos frente a migrantes y refugiados. Desde 1990, se han erigido 1.000 kms. de muros terrestres, el equivalente a seis muros de Berlín. Y duele lo poco que se han oído los lamentos lanzados desde nuestro territorio seguro, mientras protestar del muro de Berlín era signo indispensable para mostrar nuestro pedigrí democrático


Cuando por fin, a los más afortunados de aquellos que huyeron del hambre, el terrorismo y la guerra, la falta de futuro y el exceso de pesadillas, lleguen a Lesbos, Lampedusa, Ceuta, Melilla o Arguineguín, les espera un campo de refugiados o un centro de internamiento para extranjeros. Serán recogidos, no acogidos. Se impone la reflexión.

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Julia Aguilar

Fuentes:

https://centrefamiliarvicentam.blogspot.com/2019/08/el-sueno-de-la-esperanza.html. Imagen de Elena García Gallego

https://www.laprovincia.es/canarias/2021/01/14/federacion-africana-critica-politica-recogida-28424903.html

https://www.apdha.org/para-que-sirven-los-cie-para-nada/

Nota 

[i]  Si nos limitamos a España, las principales empresas beneficiadas de estas inversiones públicas en seguridad son European Security Fencing (ESF), Indra, Ferrovial, Dragados y GMW.

Mención especial merece  ESF especialistas en la fabricación de concertinas, el alambre de cuchillas en espiral capaz de provocar cortes y graves lesiones. Esta empresa ha conseguido el "éxito" de extender  las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla, a las vallas de las fronteras entre Hungría y Serbia, Bulgaria y Turquía, Austria y Eslovenia, así como las del puerto francés de Calais.

Estos datos figuran en el informe elaborado por Transnational Institut (TNI), el Centre Delàs d’Estudis per la Pau y Stop Wapenhandel.

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