LOS REYES MAGOS HOY, UNA EPIFANÍA IMPOSIBLE
“Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría. Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra."
El encuentro de los Reyes Magos con el Niño aparece relatado en el Evangelio
según San Mateo (Mt 2:10-11)
Este encuentro es lo que conocemos como Epifanía y en él celebramos la manifestación de Jesús al mundo.
Es, por otra parte, una fecha en las que no nos avergonzamos de sentirnos todos un poco niños, en la que no renunciamos a la ternura. Con la mirada limpia de una niña o un niño haríamos bien en considerar si el Dios hecho Niño del portal se hubiera podido manifestar hoy a los Magos.
Veamos:
Sus Majestades los Reyes
Magos se desplazaron a Belén (Judea) para conocer a un recién nacido guiados por una estrella. Estas tierras se encontraban por entonces bajo la
dominación romana, por lo que su viaje
supuso un ejercicio de valentía y coraje, semejante al de tantos migrantes y refugiados de hoy.
Los Magos de Oriente ejemplifican toda búsqueda humanas de la verdad y el
amor, de la vida en plenitud.
Son el modelo de quienes lo dejan todo por el deseo de encontrar una vida nueva. Pero hoy hubieran encontrado tales obstáculos que hubiera sido imposible que
llegaran al Portal:
Si optaran por la vía marítima, y no fallecieran, como tantos otros, en el intento, serían llevados a un campamento de refugiados sin fecha tope de salida, o internados en un CIE y posiblemente devueltos a su país de origen.
Imposible arrodillarse ante ese Niño.
Esto es un reflejo del drama cotidiano que viven miles de personas. No es un ejercicio baladí de
imaginación. Los más de 250 millones de refugiados y migrantes que hay en la
actualidad lo atestiguan. También ellos lo que buscan es una vida digna y en
paz, su salvación por tanto, y en el trayecto han dejado todo atrás, como los Magos de Oriente.
Si en nuestra historia
contemporánea ocurre esto es porque también entre nosotros hay Herodes. Los
grandes poderes, y un importante número de países, siguen actuando como Herodes pero
con la sutileza adquirida a lo largo de siglos: Ellos no mandan matar... pero
dejan que mueran los seres humanos vulnerados por sus políticas injustas. Esto ocurre
cuando:
- En sus presupuestos no están contempladas las políticas de apoyo al desarrollo en los países de origen.
- Incumplen los protocolos internacionales en materia de acogida de las personas refugiadas.
- No contemplan abrir rutas seguras que impidan que migrantes y refugiados caigan en las redes extorsionadoras de las mafias.
- Condenan a las organizaciones humanitarias que trabajan sobre el terreno en lugar de apoyarlas.
- Participan en el negocio de venta de armas y miran para otro lado cuando la venta es a países que las utilizan para apoyar a grupos terroristas o a gobiernos dictatoriales, que vulneran sistemáticamente los derechos humanos.
- Permiten y se lucran con la desforestación de espacios naturales cuya consecuencia es la desertización, el hambre, y la modificación del clima global.
Según el evangelio, los
jefes de la región judaica interpretaron correctamente la Biblia, pero acabaron por
colaborar con el proyecto asesino de Herodes. Por eso es importante volver a
soñar y ser capaces de seguir una estrella, y es estupendo sentir la ternura que desprende esta celebración. Pero no nos olvidemos de quienes sólo encuentran muros, vallas o fosas en el mar para llegar a su Belén. Y recordemos siempre que, sin colaborar directamente con
quienes los levantan, nuestro silencio nos hace cómplices.
Epifanía frustrada: Los Reyes Magos hoy no hubieran podido arrodillarse para adorar en el portal al Niño.
¿Qué hemos hecho Nosotros para allanarles el camino?
Julia Aguilar
https://amerindiaenlared.org/contenido/11976/el-nuevo-camino-de-los-magos/
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