1-D SIDA: NI ESTIGMA NI TABÚ

Uno de los grandes problemas de África es el sida. En Europa hoy no es una enfermedad mortal, pero allí sí y tenemos que considerar que sigue siendo nuestro problema y estar dispuestos a ayudar a esa gente en nombre de la solidaridad y humanidad.


Un poco de historia:

Comenzaba la década de los 80 del siglo XX y existía en occidente un cierto optimismo generalizado: el miedo a las consecuencias de la amenaza nuclear iba a propiciar el acercamiento entre EEUU y Rusia; el presidente Reagan presentaba una serie de medidas económicas que sentarían las bases de la economía neoliberal; y el desarrollo industrial en determinados países asiáticos se interpretaba como signo inequívoco de progreso. Parecía que todo estaba controlado, que todo iba a ir a mejor.
Mientras, en buena parte de África la hambruna se había convertido en un arma de destrucción masiva. Pero África siempre nos ha quedado lejos. Además, su presencia en los medios de comunicación era, como sigue siendo,  prácticamente inexistente, y ya se sabe: lo que no se ve en la TV, se lee en la prensa o se escucha en la radio, no existe.
Esta autocomplacencia se vio truncada el 5 de junio de 1981, cuando los CDC, Centers for Disease Control and Prevention  (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) de Estados Unidos convocaron una conferencia de prensa donde describieron cinco casos de neumonía por Pneumocystis carinii en Los Ángeles. Al mes siguiente se constataron varios casos de sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de piel. La aparición conjunta de estos dos cuadros clínicos en varios pacientes, hombres, homosexuales, sexualmente activos, llamó la atención.
En 1982, la nueva enfermedad fue bautizada oficialmente. Había comenzado la pesadilla que nosotros conocemos como SIDA, un acrónimo que significa Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Esta enfermedad deriva del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y ocasiona la pérdida progresiva del sistema inmunológico. 

Lo que pronto se convertiría en pandemia daba sus primeros pasos. En esos momentos iniciales una visión desenfocada de la enfermedad, o un análisis de la misma hecho con criterios homófobos, no ayudó a evitar su transmisión: En un principio, la atención se fijó especialmente en enfermos homosexuales, incluso algunos grupos religiosos radicales, cristianos y musulmanes, llegaron a decir que el SIDA era un castigo de Dios/Alá a los homosexuales Esto contribuyó a que la enfermedad se extendiera sin control entre heterosexuales, particularmente en África, el Caribe y luego en Asia.

Desde hace ya 30 años su Día se celebra el 1 de diciembre. Conoce tu estado es el lema de este año para el Día Mundial del Sida. Y como ya hicimos con el 25-N queremos aprovechar esta celebración para profundizar en el problema, para reflexionar y tomar conciencia:

Según el informe de la ONU de 2015 sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, las nuevas infecciones con VIH disminuyeron aproximadamente en un 40% entre los años 2000 y 2013; pasando de un número estimado de 3,5 millones de casos a 2,1 millones. 
A pesar de que la propagación del VIH parece haberse estabilizado en la mayoría de las regiones, y de que cada día son más quienes sobreviven a la enfermedad, sigue habiendo personas que no saben cómo protegerse contra este virus, temen conocer sus diagnóstico o no toman las precauciones necesarias. No es muy difícil adivinar quiénes: aquellos que tienen un mayor déficit educativo y quienes viven en situación de pobreza extrema. Para situarlos en un mapa no hace falta saber mucha geografía:
En 2015, cerca del 70% de los 37 millones de personas infectadas por el virus del sida vivían en el África subsahariana. A diferencia de las infecciones en Europa, el principal modo de transmisión del VIH en África es a través de relaciones sexuales heterosexuales. 



Los jefes de Estado africanos se reunieron a finales de junio de 2017 en Ginebra (Suiza) para acelerar la cobertura de tratamientos para VIH en África central y occidental, y respaldar el plan de emergencia impulsado por ONUSIDA. 
Pese a estos esfuerzos el camino a recorrer parece largo y necesita una fuerte aportación económica y un gran esfuerzo de concienciación y formación. 
No queremos ser exhaustivos en datos (por otra parte muy contradictorios según las fuentes), pero sí vamos a aportar algunas observaciones que puedan servirnos para la reflexión:

La incidencia de infecciones nuevas es mayor en mujeres que en hombres.  Sin embargo, la muerte asociada al sida sigue siendo más frecuente en hombres que en mujeres.

En contraposición a la norma femenina que caracteriza a la mujer como un ser vulnerable, las normas más extendida del género masculino entiende la masculinidad  como una actitud que se basa en la dominación, la autosuficiencia y la toma de riesgos. Esto termina por convertirse en una barrera para que los hombres soliciten la realización de pruebas del sida y se comprometan con el tratamiento.

Tras la infección, y en ausencia de tratamiento, las personas infectadas mueren con una media de ocho años. Sin embargo, si se comienza el tratamiento antirretroviral (ARV) en la etapa temprana de la infección, la esperanza de vida es casi igual a la de una persona no infectada.

Las principales causas del desarrollo de la enfermedad y muerte se deben al fracaso o interrupción del tratamiento y al diagnóstico tardío que conduce a un retraso en el inicio de la terapia.

Durante los últimos 15 años, se han hecho enormes avances en la ampliación del ARV y en la reducción de la mortalidad en África subsahariana.


Pese a ello más de 4,5 millones de personas con VIH/SIDA continúan sin recibir tratamiento en África occidental y central, según Médicos Sin Fronteras

Club de Jóvenes en torno al Sida creado en Burkina Faso por el IRD
¿Y Burkina Faso?
El gobierno de Burkina Faso, en su Plan National de Développement Economique et Social (PNDES) 2016 – 2020, señala estrategias  para mitigar el impacto del VIH sobre la población, lo que implica el reconocimiento de la importancia del problema. Además, son numerosas las organizaciones privadas que con ayuda de organismos e instituciones internacionales trabajan en este campo. La clínica St. Camille de la capital, cuya sección pediátrica, recibe apoyo de UNICEF, está a la vanguardia en materia de tratamiento de niños, niñas y jóvenes infectados.  
Pero el temor a sentirse estigmatizados y el miedo a ponerle nombre a esta enfermedad siguen presentes como muestra este vídeo, que dura algo más de 12 minutos pero merece la pena verlo hasta el final: 




Proponemos también la lectura de un ensayo, La vida diaria de las mujeres con VIH/SIDA en Burkina Faso, obra de Inmaculada Zango Martin y Sara Ulla Diez, quienes analizan las repercusiones de la enfermedad en la vida diaria de mujeres de Houde. Su lectura nos permite acercarnos a la vida cotidiana de las personas afectadas por esta pandemia en las zonas rurales de Burkina Faso y,  extrapolando la experiencia quizás de manera similar en otros lugares del mundo.
Pero además, leerlo es una forma de pagar la deuda de gratitud que tenemos con estas mujeres que han querido compartir su experiencia de forma tan generosa.Se publicó en 2009 en Alcalá Grupo Editorial y fue galardonado con el III Premio de Investigación Social Rosa Mª Calaf.

Julia Aguilar


FUENTES:
http://mobile.lefaso.net/spip.php?article65150
https://www.animalpolitico.com/blogueros-el-blog-de-msf/2016/06/09/la-onu-y-el-fin-del-sida/
https://www.msf.es/actualidad/vih-superar-barreras-poner-fin-la-epidemia-sida
https://es.123rf.com/photo_11647362_mapa-de-%C3%81frica-silueta-hecha-con-el-sida-conjunto-iconos-.html
http://ugt-asturias.org/actualidad/es-necesario-un-pacto-de-estado-frente-al-sida-el-estigma-y-la-discriminacion-310/







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