EL SUEÑO DE ERRADICAR LA POBREZA


La pobreza cansa. No es la irrupción de un volcán, que alarma y arrasa pero que todos sabemos que tiene un punto y final y, pese a la destrucción que acarrea, ofrece unas imágenes magníficas. No, la pobreza se perpetúa de padres a hijos, se hace huésped permanente de algunas clases sociales y arraiga de por vida en algunas regiones del planeta. La pobreza huele mal y no aporta belleza. Y lo que es peor: sus datos no ayudan al optimismo.  

En España, tras la pandemia, se está produciendo un empeoramiento de las condiciones de vida de las personas y cada vez hay más familias que la sufren: 

Casi 12 millones de personas, el 25,3 % de la población española, están en riesgo de pobreza y/o exclusión social. 

El 9,5% de la población de España vive bajo la pobreza severa 

2,2 millones de personas en nuestro país no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días. Tampoco pueden poner la calefacción


Son datos alarmantes, sí, pero en nada comparables con los datos referidos al continente africano: 

África, es el continente más pobre del mundo.  

Entre los países más pobres del mundo, los diez primeros se encuentran en el continente africano, una tercera parte del mundo. 

598 millones de africanos subsaharianos viven sin electricidad y usan lo que sea como combustible para cocinar. 

De todas las personas a nivel mundial sin acceso a agua potable, casi el 40% de ellas viven en África. 


La pobreza es un hecho complejo. En ella intervienen factores de distinta índole: históricos, políticos, geográficos, climáticos y económicos. Centrémonos en África y mencionemos  algunos: 


Conflictos e inestabilidad política

Son fruto de siglos de colonización de África por parte de Europa, incrementados actualmente como consecuencia del terrorismo yihadista. 


Epidemias

El Ébola, el SIDA y la malaria constantemente amenazan la población de África, y forman un ciclo que se retroalimenta: los más pobres son los más afectados por las epidemias, pues no disponen de acceso a los servicios básicos de salud esenciales para la prevención y la cura de enfermedades y una población enferma es incapaz de generar productos básicos para su supervivencia, lo que la condena a vivir en condiciones de pobreza. A ello hay que añadir los efectos de la pandemia del Covid-19. 



Cambio climático 

Se manifiesta de forma diversa, como pueden ser las inundaciones que ocurren en África meridional y las graves sequías de la región del Sahel.  Los desastres naturales afectan a la producción de alimentos y ponen en riesgo la seguridad alimentaria y nutricional de la población africana, así como la producción agrícola, tan importante en la economía del continente. 


Deuda externa 

Es la cantidad que debe un país a sus acreedores internacionales a cambio de préstamos que han recibido. De acuerdo con un estudio realizado por el Fondo Africano de Desarrollo, durante las dos últimas décadas, el gasto por la devolución de los préstamos por países endeudados fue mayor que la inversión realizada en la salud y la educación. 


La pobreza es una realidad que limita la vida y la dignidad de millones de personas. Para cambiar este hecho no basta con soñar, ni invocar el “ojalá”. Se trata de abrir los ojos, analizar, reflexionar, y emprender la tarea que esté al alcance de nuestras manos. Y esto día a día, sin bajar nunca los brazos ni darnos por vencidos, pues la verdadera derrota es la Pobreza misma. 

Julia Aguilar


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