ÁFRICA, LA GRAN OLVIDADA DEL COVID

Soweto, Sudáfrica. Pasajeros en un tren sobresaturado en esta ciudad africana, en donde el coronavirus avanza con rapidez. 
El titular puede llevarnos a engaño. Por desgracia, el Coronavirus no ha pasado de largo por el continente africano, ni se ha olvidado de él. Quienes hemos olvidado que África está ahí, con sus fortalezas, pero también con sus debilidades, parece ser que hemos sido nosotros.  Haríamos bien en comparar las noticias sobre la epidemia de coronavirus entre España y África: 

En nuestro país se anuncia la tercera dosis de vacuna, el fin de las restricciones y la libertad, reducido el significado de este término a la posibilidad de salir sin hora de vuelta, beber sin límites y bailar donde se quiera. Que nadie se engañe: por muchas ganas que tengamos de dejar atrás las limitaciones del confinamiento, la libertad es otra cosa.  Pero lo cierto es que ahora se puede vivir con bastantes rasgos de normalidad en este primer mundo, alejados de la amenaza que se cierne sobre África. 

África necesita 470 millones de vacunas más contra el coronavirus en 2021. Las vacunas contra la COVID-19 que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Africana tienen previsto distribuir este año en África no cubrirán ni de lejos las necesidades de este continente, que aún necesitaría otros 470 millones de dosis más para alcanzar los objetivos de completar la inmunización de al menos el 40 por ciento de la población. 

África, que superó a mediados de septiembre los ocho millones de casos confirmados de coronavirus y más 200.000 fallecidos, ha sufrido directamente las restricciones a las importaciones de fármacos y lo que la Organización Mundial de la Salud ha descrito como un "acaparamiento" por parte de las principales economías. 

Apenas 15 países africanos han vacunado contra el coronavirus al 10 % de su población. 

Y no olvidemos las condiciones de vida de la mayor parte de la población (ver foto de inicio) que son en sí mismas un caldo de cultivo para el contagio. 


Las diferencias entre seres humanos están presentes en todos los órdenes de la vida y siempre dejan a su paso a seres vulnerados. Posiblemente en pocos ámbitos sean las desigualdades tan dramáticas como en el de la salud (alimentación, vacunas, y en suma esperanza vida) y en el de la educación, que hace posible una vida vivida con dignidad y con libertad.  

Incluso por nuestro propio beneficio haríamos bien en recordar las palabras del virólogo John Nkengasong 

"No vamos a ganar esta guerra, tampoco el mundo desarrollado, si no vacunamos rápido a todo el mundo”  


Julia Aguilar

 

FUENTES: 

 

 

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