TOLERANCIA CERO CON LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA
La
Organización Mundial de la Salud calcula que en todo el mundo, 200 millones de
mujeres y niñas han sufrido mutilación genital femenina.
En
la actualidad, cada año la padecen tres millones de niñas.
Esta práctica puede causar complicaciones de salud a corto y largo plazo,
incluido dolor crónico, infecciones, sangrados, mayor riesgo de transmisión del
VIH, ansiedad, depresión, complicaciones durante el parto, infecundidad y, en
el peor de los casos, la muerte.
La tradición pesa, y la mutilación genital femenina está envuelta en tradiciones y lleva aparejada una serie de connotaciones culturales de pertenencia a la comunidad que, en caso de contradecirla, ocasiona la exclusión y el estigma, además de disminuir las probabilidades de contraer matrimonio.
A la hora de hablar de este tema no podemos olvidar lo anterior, pero tampoco lo siguiente: Esta práctica está considerada por Naciones Unidas como una violación de los derechos humanos de las mujeres y de las niñas.
Lo que sí es una realidad es que el silencio invisibiliza a las víctimas. Las niñas y las
mujeres serán más fácilmente vulneradas en la medida en que los delitos se oculten o queden sin castigo.
¿Dónde se practica?
Se estima que la MGF se practica actualmente en África, partes de Medio Oriente y Asia, pero también en comunidades de migrantes en Europa, el norte de América y Australia, así como entre la comunidad indígena embera, en Sudamérica.
Algunos ejemplos:
África Occidental es la región con mayor prevalencia de esta práctica, donde más del 85% de las mujeres de entre 15 y 45 años habrían sufrido esta violación de los derechos humanos.
Pero también unas 700.000 residentes en la UE han sido víctimas de la mutilación genital, una tragedia que sigue aumentando entre el silencio y la incapacidad de perseguir un delito que se suele cometer al regresar en vacaciones a los países de origen
Los
ginecólogos estimaban en 2020 que en Cataluña vivían unas 18.000 mujeres, la
mayoría africanas, que habían sufrido ablación de clítoris.
Médicos del Mundo abrió una consulta ginecológica para mujeres víctimas de mutilación genital en el Hospital 12 de Octubre, de Madrid, en diciembre de 2019 Esta asociación conoce bien este problema que combate, tanto fuera como dentro de nuestro país, desde hace más de 15 años. Pues según sus datos, en España viven más de 55.000 mujeres y niñas procedentes de países que la practican y cerca de 4.000 están en riesgo de sufrirla.
Las leyes y códigos nacionales no son suficientes para acabar con esta práctica. En el mejor de los casos, tienen solo un efecto disuasorio limitado.
Se impone trabajar con las comunidades y desde las comunidades, e involucrar a sus líderes religiosos y civiles. Dar recetas desde nuestra posición y desde nuestra cultura es probable que sólo sirva para que las víctimas se retraigan más a la hora de exponer sus problemas y se pongan a la defensiva.
Existe un sentimiento del miedo en torno a este tema, una cultura del silencio, y por eso muchas mujeres víctimas callan. Y callan las que están en Burkina, en Somalia, en Malí, pero también las que están aquí, ayudándonos en las tareas domésticas, atendiendo a nuestros mayores o vendiendo en los mercadillos. Se impone, pues, romper el silencio.
Es necesario recordar siempre que la MGF no es imperativa en ninguna religión.
Como es imprescindible, una vez más, reivindicar el papel de la la EDUCACIÓN de los
niños y jóvenes.
Desde nuestra posición de ciudadanos occidentales, con un cierto nivel cultural y con una apuesta clara por la igualdad, hablar de determinados temas, que no vivimos directamente, puede considerarse como una frivolidad. Pero silenciarlos es una indignidad.
Julia Aguilar
FUENTES:
https://elfarodeceuta.es/covid19-mutilacion-genital-femenina/
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