NAVIDAD 2020, ¿MONTAMOS EL BELÉN?


 ¿Por qué no ser ...

... ángel, de alas extendidas y brazos abiertos, mensajero de Buenas Noticias, que elige a los más humildes, los ignorados, para mostrarse.

Pastor, que precisamente por su ingenuidad, es capaz de escuchar al ángel y, sin poner objeciones, se convierte en eco de sus palabras y no duda en cambiar el destino de sus pasos.

Pastora, que no permite que la dureza del quehacer cotidiano le embote la capacidad de asombro, haga menguar su ternura, ni enturbie su sonrisa.

Zagal, de zurrón vacío y corazón inmenso, que camina humilde pero seguro, sin falsos miedos que lastren sus pasos, para ofrecerse a sí mismo en ofrenda.

Lavandera, que aun trabajando  volcada sobre su colada, es capaz de levantar la mirada para ver más allá y eso da  una dimensión nueva a su tarea.

Ropa expuesta al sol, que no esconde pliegues ni dobleces, y que se entrega al aire sin oponer resistencia porque confía en la mano que la tendió.

Esa figura rota, superviviente de muchos golpes y algún olvido, que no disimula su debilidad porque intuye que dentro del Portal, junto al Niño, también ella tiene un sitio.

Grutas y montañas de corcho, que no se avergüenzan de poros ni fisuras, porque aceptando su propia debilidad consiguen que penetren  hasta las entrañas, con sus alegrías y dolores,  el milagro de la vida que late fuera.

Serrín y arena, que se dejan trabajar por manos movidas por el cariño hasta convertirse en sendas, veredas y en caminos que no dudan que su meta es el Portar y su destino es acercarnos al Niño.

Musgo, que como humilde alfombra, acaricia el caminar de tantos pies cansados y hace más llevaderas las cargas.

Rama, convertida generosamente en árbol, sin más condición que darse en sombra.

Estrella, que en el silencio de una noche oscura, y justo cuando más se necesita,  surge para acompañar pasos y guiar andares perdidos.

Reyes, que abandonan todo por seguir esa estrella, que convierten esa locura en su destino, y que cuando al fin encuentran al Niño y regresan lo hacen transformados y optando por nuevos caminos, porque su existencia ya no puede ser la misma.

Puente (¡ser puente!) que une orillas y llena vacíos, que acorta distancias y borra fronteras, que aproxima lo bueno de cada orilla, que da oportunidad a los encuentros y  hace posible los abrazos.

Sí, ... Por qué no ser esta Navidad un Portal, abierto de par en par, que dando cabida al desamparo haga  posible que nazca la Esperanza?

Julia Aguilar

IMAGEN:

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Comentarios

  1. ¡¡¡¡Que bonito!!!!
    Feliz Navidad a todos.
    Seamos ese "otro" del portal en lo cotidiano de nuestra vida y viviremos la VERDADERA NAVIDAD.

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    Respuestas
    1. Claro que sí,ojalá
      todos vayamos hacia es portal con la manos llenas de gratitud y amor

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