LA ESCUELA, OBJETIVO A BATIR

Una escuela atacada en Siria.  Foto de archivo: UNICEF/M. Abdulaziz

"Los ataques sin sentido a las escuelas, los asesinatos, secuestros y lesiones a los maestros, y las amenazas contra la educación están destruyendo la esperanza y los sueños de toda una generación de niños"
Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef 

“No todos han entendido que la convivencia nace en los pupitres”
Stefania Giannini, directora general adjunta de Educación de la Unesco. 

Hace pocas fechas, sor Rosario Martínez (RMI) nos informaba de la cantidad de escuelas que se encuentran cerradas en Burkina Faso como consecuencia de haber asesinado a los profesores o de sufrir éstas serias amenazas. Hemos intentado profundizar en este tema, ver si se circunscribía sólo a este país o a una región geográfica del continente africano. El resultado es estremecedor: Ahora mismo hay agresiones en al menos 18 países a instituciones educativas. Además, las escuelas y las universidades han sido recientemente o aún siguen siendo utilizadas con fines militares en al menos 29 países. Países como Afganistán, Siria, Yemen, Ucrania, Nigeria o la República Democrática del Congo han sido los más gravemente afectados, pero otros, como Filipinas o Colombia, también han sufrido ataques violentos contra la educación y más recientemente se han incorporado a la lista Burkina Faso y Malí.
Las escuelas se han convertido en objetivos a batir para el fundamentalismo y en objetivo de guerra en los conflictos armados. Veamos algunos datos:

Burkina Faso. El derecho a la educación como forma de resistencia.
Fotografía de Antonio Aragón Renuncio
El cierre de unas 2.000 escuelas en Burkina Faso, Malí y Níger afecta a unos 400.000 niños, con el agravante de que en esta zona los ataque terroristas están creciendo de forma alarmante. En Burkina Faso enseñar se paga con la vida. Los islamistas prohíben estudiar y sus ataques a profesores han forzado el cierre de más de mil escuelas y han dejado a 150.000 niños sin clase. Pero hay alumnas y alumnos que no se rinden:

Fotografía de Antonio Aragón Renuncio. Para ver más fotos pinchad aquí.

Hogar convertido en escuela en AfganistÁn. Foto: UICEF
Los ataques a escuelas afganas, principalmente acometidos por insurgentes, sumaron 192 durante 2018, tres veces más que el año anterior, marginando aún más los derechos en un país donde un tercio de los niños en edad escolar ya no asisten a los colegios Estos datos han sido publicados por UNICEF el día 28 de este pasado mes de mayo.
A ello se suma que más de 1.000 escuelas fueron cerradas debido a amenazas, ataques directos e indirectos" entre enero y diciembre de 2018, según dijo a Efe Alison Parker, portavoz de UNICEF en Kabul.
Las escuelas atacadas o amenazadas durante ese periodo excluyen del sistema educativo a medio millón de niños, según los datos de la organización internacional.

Un rebelde observa cómo ha quedado una escuela en Bunagana (RDC) - Reuters
Durante el conflicto entre la milicia local Kamuina Nsapu y el Ejército congoleño fueron atacadas numerosas escuelas en la región de Kasai, en el centro de República Democrática del Congo (RDC). Aunque este conflicto  quedó superado en 2017, los ataques que los milicianos, y en algunos casos el Ejército congoleño, perpetraron contra escuelas siguen pasando factura a los niños de la región, en particular a las chicas. Así se desprende del informe 'Todo lo que he perdido', en el que se pone de manifiesto el impacto de los ataques en la educación de mujeres y niñas en la provincia de Kasai Central: violadas, secuestradas, usadas como escudos humanos,...

En las escuelas en territorio dominado por ISIS los niños aprendieron a contar y a sumar con armamento. Sumar pistolas y balas, contar fusiles, tanques, misiles. En las clases de Química se les enseñaba a fabricar bombas y a preparar atentados. 
Esto también es violencia. Los islamistas ahora han sido expulsados de gran parte del territorio que antes ocupaban, pero ¿olvidarán los niños lo aprendido?, ¿no habrá otros grupos dispuestos a que pongan en práctica sus enseñanzas?

Las escuelas deberían ser lugares seguros, donde los niños y las comunidades pudieran trabajar juntos para un futuro mejor. En tiempo de conflicto armado o de amenaza terrorista, el hecho de poder acudir a una escuela segura da a los niños y niñas una importante sensación de normalidad en medio del caos, además de ofrecerles seguridad y protección. A largo plazo, una educación equitativa y de calidad contribuye a romper el ciclo de la violencia y a construir sociedades prósperas y basadas en la convivencia pacífica.
Nos llega una noticia: España formará a países en conflicto sobre cómo proteger escuelas. En la tercera Conferencia Internacional de Escuelas Seguras, que se celebró la semana pasada en Palma de Mallorca, el ministro Josep Borrell anunció un programa de cooperación para asesorar a personal civil y del ejército de países en situación de riesgo. Ojalá no sea tarde y ojalá que den resultado. En 2015, la GCPEA (Global Coalition to Protect Education from Attack) publicó las "Directrices para prevenir el uso militar de las escuelas y universidades en conflicto". Se trata de unas orientaciones muy prácticas, dirigidas a fuerzas de seguridad y otros grupos armados, para que conozcan en todo momento cómo actuar ante la posibilidad de utilizar una instalación educativa en el ámbito de las operaciones bélicas. Ofrecen alternativas a tomar en cuenta, y medidas para limitar los daños a la educación. El resultado no ha sido el esperado, esperemos que con esta iniciativa haya más suerte.
No habría que olvidar que defender la escuela es defender la memoria de un pueblo y defender los cimientos de su convivencia en el futuro.
Julia Aguilar

FUENTES_
https://www.tecnologialibredeconflicto.org/educacion/
https://www.abc.es/internacional/abci-grupos-armados-reclutan-escuelas-republica-democratica-congo-201510290210_noticia.html


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